O cuando no basta con una imagen de unidad de marca en una cadena.
El sector minorista, es decir, lo que habitualmente denominamos RETAIL, ha evolucionado extraordinariamente. Las grandes marcas se han expandid, sea de manera orgánica, sea a través de acuerdos de Franquicias.
Pero antes de llegar ahí, ya hace unos años, creció de manera generalizada la actividad de cooperativismo para las compras, que en cierto modo es la antesala de esta globalización en que nos encontramos. Ante el crecimiento de grandes actores del sector de la Distribución, nacieron agrupaciones, con la voluntad de aunar capacidades y acumular volúmenes para poder defender precios y negociaciones ante fabricantes, pudiendo así enfrentarse a esas grandes distribuidoras. Y fue bien.
Las centrales de compras cumplieron inicialmente un objetivo, para el que fueron creadas, que era obtener buenas condiciones de compra, y así poder ofrecer al mercado un producto competitivo. Pero pronto surgió un paso más. Luchar ante las grandes distribuidoras no era solo defender precios, pues las grandes corporaciones podían invertir en marca, y eso les fortalecía ante el mercado. Así, pues, las centrales de compras (o alguna de ellas) vieron la conveniencia de crear una imagen conjunta, y así lo hicieron.
Surgieron cadenas de todo tipo: alimentación, ferretería, informática, moda, hogar, electrodomésticos…y con eso, «CASI» se llegó a competir de igual a igual. ¿Qué pasó no se ha dado (en la mayoría de los casos)?. La verdadera unión. Y ese es un punto que en muchos casos condiciona el poder de esas cadenas. No voy a juzgar si eso es bueno o malo. Tengo razones para ambas posturas. No es malo pues esas cadenas son la unión de muchas voluntades empresariales, y en ese sentido, pueden tener mucho empuje.
Lo que sí es algo a mejorar es el nivel de unificación en las operaciones. No es de recibo comprar en una cadena , y no poder cambiar el producto en alguna otra tienda de la misma, y eso ocurre. Tampoco lo es (y es una pérdida de negocio) buscar un producto en una tienda y no encontrarlo, y que la tienda sea incapaz de encontrar el producto en la otra cadena. Y eso, ocurre. ¿Un imposible? Ni mucho menos. Sólo me pregunto por qué algunas cadenas han sido capaces de aunar esfuerzos en muchos aspecto, pero a nivel informático no han sido capaces de unificar sus sistemas. Nosotros sabemos que es completamente posible la operación conjunta, sin que ello implique la unificación societaria.
El problema es que la mayoría de soluciones para Retail no son capaces de realizar esta distinción. En nuestro caso, la solución LS Retail contempla de manera nativa la gestión de todo tipo de estructuras empresariales, franquicias, cadenas de tiendas propias, puntos independientes… de manera que el cliente de una cadena, sea cual sea su complejidad societaria percibe una unidad completa, y entonces sí, percibe la cadena como firme competidor de cualquier marca distribuidora del mercado.
LS Retail está implantado en más de 40.000 establecimientos de todo el mundo, en todos los sectores de actividad y en cadenas de todo número de establecimientos. Y además, LS Retail está certificado para Microsoft Dynamics. Con una solución como esta, y de nuestra mano, puedes contar lo que haces, es decir, que eres una gran cadena de distribución, porque haces lo que dices, pues el cliente te percibe como tal.
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