La gran oportunidad de la nube. Atrévete a abrir la puerta a una nueva vida.
Llevo tiempo hablando de los cambios profundos en el comportamiento de la sociedad, y en especial en las necesidades de las empresas y sus trabajadores para adaptarse a este nuevo “modus vivendi”, o “modus laborandi”, llamémosle como queramos. Y en mis reflexiones, con mucha frecuencia acabo desembocando en conclusiones similares: la persona ha cambiado, el trabajador ha cambiado, el profesional ha cambiado… y LA EMPRESA DEBE ADAPTARSE a este cambio. ¿Cómo?
Pues el usuario necesita los servicios y datos en todos sus dispositivos, en todo momento y en todo lugar, y eso ya de por sí es una exigencia difícil de cubrir por los medios tradicionales. No diré que no se pueda cubrir, porque se puede, pero ¿a qué coste? ¿Con qué riesgos?
Ahí es donde entra la “nube”. Y lo cambia todo. Porque para el informático, ese “hardware y sistemas” de toda la vida, desaparece, o mejor dicho, cambia. Porque no hay discos que se rompan, y si los hay es transparente, pues es el proveedor de servicios en la nube quien los arregla y hace lo necesario para que, ni tan solo el usuario, note que algo ha ocurrido. De manera que, “in situ”, localmente, en las oficinas, quedan los PC’s, las redes, y las conexiones con la nube.
Algunos pueden ver con cierto temor este cambio, y es humano. Porque es cierto que muchos de los trabajos, que ahora justificaban nuestros puestos de trabajo, desaparecen. Ante esto, sólo caben dos reacciones: asustarse, y tratar de negar lo evidente, o reaccionar y “aliarse con este cambio”. Lo primero tiene caducidad, lo segundo tiene futuro.
Porque… ¿hay “vida” detrás de la “nube” para los responsables de TI y los informáticos de empresa? Pues evidentemente sí. Hay “otra vida”, y para los más despiertos, que se adelanten al cambio, aconsejando este paso, auguro algo más: una “vida mejor”.
Evidentemente, ya no habrá discos que arreglar, ampliaciones de memoria que hacer, discos que limpiar, etc… Pero para los más lúcidos habrá estrategias empresariales que cubrir, necesidades tácticas que abarcar. Y eso lo podrán hacer sin la esclavitud de si se estropea una base de datos, se bloquea un servidor, o se para un disco. En pocas palabras: se acaba el “trabajo sucio”, y hay sitio para las mentes abiertas.
Tampoco vayáis a pensar que ya no hay nada que hacer, pues alguien tendrá que dar altas, autorizaciones, bajas del servicio, revisar potencia de servidores y solicitar ampliaciones, reducciones y tunning del servicio. Pero para ello se requerirá otro tipo de conocimiento, así que cuanto antes prepararse, mejor.
Probablemente, alguno de vosotros se abra a nuevos campos como el uso de la Inteligencia de Negocio para dar soluciones a vuestros usuarios, o la automatización de procesos, de manera que las fronteras entre técnicos de sistemas, programadores, expertos en redes, etc… se diluirán, a mi entender. Mientras tanto, los servicios de soporte a usuarios de PC’s persistirán, pero se añadirán a los mismos todos los dispositivos móviles, que deberán ser vistos como otros instrumentos de trabajo análogos a los PC’s. Para ello ya han salido soluciones que permiten gestionar estas plataformas plurales y diversas, como por ejemplo Windows Intune, que permiten a los departamentos de TI gestionar de manera centralizada todos esos recursos y sus incidencias.
En resumen, un mundo apasionante que solamente estará al alcance de aquellos que, “aliándose con el cambio”, se conviertan en promotores del mismo, y en protagonistas de este nuevo modo de vida. Enhorabuena si eres uno de ellos. No le temas: ámalo.
Autor: Antoni Salas, Director Cataluña de Aitana