Siempre tuvo claro que quería hacer algo relacionado con la economía y las finanzas, aunque no sabía con certeza si tendría que ver con la economía del país o con la economía de las empresas. Desde bien pequeño sentía curiosidad y le encantaba pensar y reflexionar sobre lo que pasaba a su alrededor. Una mente inquieta que quería averiguar el porqué de las cosas. Pero, sobre todo, que quería compartirlo con los que le querían escuchar.
Hoy ha llegado el momento de escuchar a una de las últimas incorporaciones a nuestra empresa. Un profesional que ha pasado su vida dedicada a ayudar a las empresas y, especialmente, a las personas que las integran porque, como él mismo nos confiesa, “son las personas las que están en el centro de todo lo que pasa y las que ponen los límites, por arriba y por abajo, de hasta dónde puede llegar una empresa en sus retos y desafíos para el futuro”.
Si nos acompañas descubrirás a una persona feliz, entusiasmada por la nueva etapa y con muchas ganas de empezar. Como subraya al final de la entrevista: “Esto va a ser divertido”.
Cuentas con una carrera profesional muy extensa, pero ¿cuándo comenzó a picarte el gusanillo por la consultoría?
Cuando finalicé mis estudios, siendo muy joven, tuve la oportunidad de conocer a un gran empresario valenciano del mundo de la consultoría que me propuso empezar una andadura en algo que yo todavía no comprendía muy bien: la consultoría de empresas.
Mis primeros años como consultor fueron en el ámbito financiero, pero pronto me sentí más identificado con adentrarme en los aspectos más organizativos y estratégicos, en los sistemas, en los procesos… En definitiva, en lo que ahora llamamos modelos de negocio.
Te confiesas como un enamorado de la tecnología. ¿Es cierto?
Fue durante esos años cuando me di cuenta de que todo podía adaptarse mejor y circular con mayor agilidad e integración si se contaba con la tecnología adecuada. Hablo de finales de los años 90, momento en el que se empezaba a hablar de ERP y en el que comenzaban a aterrizar en España marcas como SAP y Navision.
Efectivamente, puedo decir que me “enamoré” de la tecnología como medio para conseguir que las empresas mejoraran su rendimiento. Desde entonces, todo lo que hago para las empresas se basa en dos cosas: en las personas y el talento que son capaces de aportar, y en la tecnología, como medio para que sea aplicado y desarrollado todo ese talento.
Mi objetivo es ayudar a organizaciones, y especialmente a las personas que las integran, a mejorar su rendimiento y que sus sueños, empresariales, profesionales y personales, se cumplan.
Y después de más de 25 años liderando equipos, comienzas tu andadura en Aitana. ¿Con miedo o con ilusión?
Para mí Aitana siempre había sido un referente como empresa de servicios tecnológicos, un espejo en el que me miraba y con el que había competido de forma sana durante mucho tiempo.
Lo afronto con la oportunidad que supone formar parte de esta gran familia donde puedo conseguir que las organizaciones se transformen y mejoren competitivamente gracias al talento de las personas que las integran y haciendo que sea la tecnología la que permita que ese talento se multiplique y circule a toda velocidad por la organización.
La fuerza que tiene una empresa, en la que el talento fluye y la tecnología acompaña de manera dinámica, es imparable.
Y eso es lo que me ha atraído del proyecto de Aitana en esta nueva etapa: una gran oportunidad de ayudar a que el tándem personas-tecnología sea imbatible.
Actualmente eres el responsable de equipo de Sage X3 en Aitana. ¿Qué características debe tener un buen líder?
Yo concibo el liderazgo como un elemento facilitador y dinamizador del trabajo de un equipo. Cualquier otra cosa que no esté orientada a que el equipo aporte todo su potencial, con autonomía, compromiso, confianza y responsabilidad, son atributos de otra cosa, pero no de un buen líder.
Y si me pides algún adjetivo y tras la experiencia de estos años, te puedo decir que un buen líder debe ser confiable, auténtico, apasionado, conocedor de sus propias limitaciones, comunicador, enfocado a un propósito, generador de liderazgo en otros y valiente.
Pero si hay un adjetivo que debe aparecer unido al de un buen líder ese es el de buena persona. No es posible ser un buen líder, ni siquiera es posible ser un buen profesional, si no eres esencialmente buena persona. Generoso, respetuoso, inclusivo, preocupado por los demás antes que de ti mismo. Ser buena persona debería ser un mínimo no discutible cuando se reparten los liderazgos.
¿Te tiemblan las piernas cuando piensas que vas a liderar uno de los equipos más potentes en Sage X3 a nivel nacional?
La verdad es que es un gran reto, pero también una gran oportunidad. Y porque no decirlo, un gran regalo que el destino me ha puesto por delante, porque el equipo ya es de altísimo nivel. Es mucha responsabilidad, pero lo es para todo el equipo, y para toda la compañía.
Queremos ser el equipo más potente de Sage X3 a nivel nacional, el que más valor aporte al mercado y a los clientes.
Aportaré mi “toque”, buscando la conexión de las personas y la tecnología, y poniendo foco en profundizar en los modelos de negocio de los clientes para influir en sus procesos de transformación y ayudar a que obtengan ganancias competitivas y de rendimiento. Se trata de continuar con la labor que ya venimos haciendo, pulsando todos juntos un nivel más de intensidad en el desempeño.
Has mencionado en esta entrevista muchas veces la palabra “personas”. ¿Cuál es la clave para que las personas se sientan importantes dentro de un proyecto?
Yo creo que no tiene sentido formar parte de un equipo en el que no te sientas completamente realizado en tus propios objetivos, en tu propia razón de ser. Una de las claves, por tanto, es conseguir que las personas nos sintamos plenamente conectados con el propósito de un proyecto del que formamos parte, porque es una forma de conseguir nuestros propios propósitos.
Por otra parte, es clave que sepas qué valor puedes aportar tú al proyecto, que sea un valor relevante, diferencial incluso si es posible, y que complementes y enriquezcas el talento que ya hay en la organización.
Y por supuesto, tienes que sentir que la organización reconoce tu aportación, tu compromiso y tu esfuerzo.
Y entonces, ¿cuál es el secreto para aprovechar el potencial y talento de las personas?
No es un secreto, lo que pasa es que a veces nos olvidamos de las personas de nuestra organización cuando nos centramos excesivamente en resultados. Los resultados son muy importantes, pero no dejan de ser una consecuencia de una labor previa hecha persona a persona.
Al final las personas deben sentir que cuidamos todos los detalles de la experiencia que viven con nosotros para que surja de manera espontánea la inquietud, la creatividad, la visión global que supone levantar la cabeza y mirar más allá de una tarea concreta. En definitiva, las ganas de crecer y aportar porque estás donde quieres estar.
Bajo mi punto de vista, el talento es la suma de capacidades, compromiso y puesta en acción de las personas, y hay que apuntar a las tres cuestiones: ayudar a mejorar sus capacidades, no solo las técnicas, sino también otro tipo de habilidades más soft; alimentar su compromiso a base de cuidar toda su experiencia como empleado; y dotarles de autonomía, responsabilidad, medios, procesos, canales de comunicación, etc.
Queda claro que las personas juegan un papel protagonista. Pero ¿cómo te aseguras de que un proyecto está encaminado hacia el éxito?
Porque un proyecto debe tener un propósito claro, que siempre suele ser doble: orientado a aportar valor en el destinatario final, al cliente en este caso; pero también debe permitir el crecimiento individual y el del equipo.
Sin aportación de valor no hay éxito, y sin aprendizaje por el camino tampoco.
Preguntarse el porqué de cada cosa que se hace durante el proyecto, tanto como sea necesario -matiza-, te asegura que siempre estés orientado a los verdaderos problemas, a las necesidades esenciales y a los propósitos principales de la empresa a la que va dirigido el proyecto. Pensar como piensa el cliente, entender su negocio, su estrategia, sus planes. Entender bien porqué está incorporando nuestra tecnología y ayudarle a aprovecharla al máximo nivel. Todo esto nos permite estar siempre orientados al “norte” necesario en todo momento.
¿Qué les dirías a las empresas que ya son nuestros compañeros de viaje en Sage X3? ¿Y a los que todavía no lo son?
Sage X3 es una tecnología muy contrastada internacionalmente, y está orientada a empresas de tamaño medio y medio-grande, que tienen una serie de características comunes: en todos los casos, las compañías están creciendo o quieren crecer en los próximos años, tienen un alcance amplio en su cadena de valor, tienen carácter nacional o internacional, pero especialmente, están en un proceso de transformación del modelo de negocio de carácter estratégico.
Por tanto, a las empresas con las que ya estamos trabajando les diría que hagan una parada reflexiva, si no la han hecho ya, para encontrar en Sage X3 todas las capacidades que les permitan desplegar sus objetivos de crecimiento y desarrollo. Y a los que todavía no lo son, les invitaría a que incluyan en su reflexión estratégica una visión global de las capacidades de Sage X3 ya que, algunas de las ideas que pueden no estar viendo cómo llegar a materializarlas de manera rápida, pueden encontrar su salida a través de Sage X3.
¿Cómo te imaginas tu departamento dentro de 10 años?
Un equipo de personas distribuidos por varios países, con una gran implantación nacional e internacional, siendo los líderes referentes de la tecnología en España y en otros países.
Un grupo cohesionado, comprometido, disfrutón al máximo, y que genera una capacidad de atracción y desarrollo del talento como ningún otro hace posible.
Un sitio donde todos quieran estar y del que todos quieran hablar. Y especialmente un equipo que deja huella en los clientes, que consigue conectar con las personas y que es capaz de llevar la tecnología hasta donde la empresa necesite para que acompañe su crecimiento, siendo impulsores de procesos de transformación empresarial en compañías exitosas y con ambición sin límites.
¿Qué tres aspectos destacarías de Aitana?
En primer lugar, destacaría su ambición. Me gusta que la primera respuesta a la pregunta del porqué siempre sea y porqué no. Y que en esa ambición todos podamos encontrar nuestro propio crecimiento personal y profesional.
Añadiría la apuesta por las personas. Y es que las personas son el centro de lo que pasa en Aitana, por encima incluso de la tecnología. Esto nos permite ser los mejores embajadores del propósito que perseguimos, porque es el nuestro también.
Y, por último, su clara orientación al cliente. Estamos obsesionados por impactar positivamente en el cliente y hacer que obtenga con nuestros proyectos como mínimo un valor equivalente al que obtenemos nosotros. Queremos permanecer en los clientes aportando continuadamente opciones y soluciones que acompañen su crecimiento.
¿Cómo te definirías?
Una buena persona, cercano, atrevido, creativo, con gran sentido del humor y muy comprometido allí donde estoy, y sobre todo que disfruta ayudando a otros a ser mejores.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Qué te apasiona?
Mi familia, sobre todo. Pasar tiempo con mi mujer y mis hijas. Sé que resulta tópico, pero es que es todo lo que necesito y es lo que me da la energía. También me gusta leer, ver una buena serie, buena música, una copa de vino, cervezas con los amigos, viajar… El deporte es mi caballo de batalla. Sé que lo tengo que recuperar, ya lo sé.
Un último mensaje para tu equipo. ¿Qué les dirías?
Que disfruten, que no se pongan límites, que me exijan para que les pueda ayudar a crecer y que sean valientes y decididos. Esto va a ser divertido.