Las barreras de la transformación digital en el sector turístico

Las barreras de la transformación digital en el sector turístico

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Dar el salto a la digitalización de la empresa es una decisión complicada. Son muchos los esfuerzos y el tiempo que hay que dedicar a planificar este nuevo camino. A pesar de que los beneficios son ya palpables, algunas empresas siguen siendo reticentes al cambio.

Lo cierto es que el ecosistema actual del sector turístico se basa cada vez más en las transacciones electrónicas y en el acceso a Internet. Sin embargo, aún siguen siendo notables los muros que la transformación digital debe derribar para llegar a las empresas.

En Aitana nos hacemos eco del informe de la Fundación Orange en el que se nos explican las barreras del sector turístico para su digitalización. ¡Toma nota y sáltalas con nosotros!

1. Sector con resistencia al cambio

El modelo turístico tradicional en España ha funcionado razonablemente bien, por lo que las empresas no han destinado hasta el momento los esfuerzos necesarios para el desarrollo y puesta en marcha de un nuevo modelo turístico. Sin embargo, las cosas están cambiando, su entorno está cambiando y este sector debe readaptarse al mercado. Cabe recordar que el sector turístico es particularmente permeable a los cambios (hábitos y costumbres de los clientes, proveedores, tecnología, etc.) por lo que esta readaptación debe ser una prioridad.

En este sentido, destacar el informe sobre innovación turística en España realizado por ESADE, en el que se subraya que sigue creciendo hasta el 11% del total el grupo de compañías que se descuelgan de la mejora de la competitividad al no innovar ni tener interés en iniciarse en ese tipo de actuaciones.

2. Estructuras organizativas demasiado rígidas y jerarquizadas

La tecnología está cambiando los procesos de innovación tanto de productos como de servicios de las empresas turísticas. Para aumentar su grado de competitividad, estas empresas, tienen que apostar por estructuras organizativas flexibles.

Esto les va a ayudar a adaptarse mejor a ciertos cambios estratégicos que están surgiendo en el sector. Hablamos del mayor peso del online, de la economía colaborativa, de las redes sociales o del temido Big Data. Además, deben de adaptarse también a las nuevas demandas y necesidades del turista digital. ¡Tienen por delante todo un reto!

El paso necesario es la transformación de esas pequeñas empresas y redes rígidas y estancas en operadores turísticos caracterizados por una relación más directa con los viajeros. En este sentido, el sector turístico tiene que pensar en la innovación centrada en el turista como base de su éxito. Tiene que pensar también en nuevos modelos de gestión empresarial y en nuevas formas de comunicación. ¿El objetivo? Una experiencia de turista mejorada y completa.

3. Falta de visión estratégica por parte de los directivos

La tecnología es vista por los empresarios no como una inversión sino como un gasto. Esto es debido a que no encuentran un retorno directo y tangible, por lo que no confían en la innovación tecnológica. A esto hay que sumar que la revolución tecnológica transforma las empresas en un abrir y cerrar de ojos. La consecuencia es que los directivos no ven con claridad hacia donde van sus inversiones.

Las redes sociales también tienen mucho que ver en esta falta de visión estratégica, ya que éstas no son vistas como un nuevo y poderoso canal de atención al cliente, sino como una herramienta de ocio.

4. Falta de talento y conocimiento en habilidades digitales dentro de las organizaciones

Es obvio que hoy en día la formación y el desarrollo de habilidades digitales son imprescindibles para sacar partido a las inversiones en tecnología. Sin embargo, según los datos del ONTSI y Fundetec, esta formación continua siendo minoritaria en el sector turístico.

Además, y lamentablemente, este sector no es percibido como un sector de prestigio para trabajar o emprender. De hecho, a lo largo de los años ha estado siempre vinculado a la falta de cualificación profesional, los bajos salarios y la elevada contratación temporal.

5. Sector muy atomizado y competitivo con grandes agentes internacionales

El sector turístico español se caracteriza por su fragmentación. En este sentido, se trata de un mundo que cuenta con muchas empresas de dimensiones reducidas. Esto no hace sino dificultar la competencia con los grandes agentes multinacionales del sector y hace imposible la disponibilidad de soluciones tecnológicas estándares, la interconexión de sistemas o la compartición y homogeneización de la información.

6. Dificultad de financiación para innovación digital

En España existe una enorme dificultad para financiar la innovación digital en el sector turístico. Así, en primer lugar, cabe destacar la dispersión de los instrumentos de financiación, subvención y desarrollo de proyectos y de otros recursos que tienen las entidades ofertantes.

En segundo lugar, recordar la escasa integración entre el sector público y privado en lo referente a la planificación y financiación de la promoción del territorio español como destino turístico. Por último, también es importante mencionar la falta de una legislación que favorezca la competitividad.

7. Incertidumbre regulatoria ante los nuevos modelos de negocio

En los últimos años, en España han surgido nuevos modelos turísticos que conviven de manera problemática con los tradicionales. Esto está creando una imagen de nuestro territorio alejada de lo que realmente se quiere proyectar, es decir, la imagen de un destino de referencia que ofrece seguridad e infraestructuras a precios competitivos.

En este sentido, hay que abogar por una regulación en la que puedan convivir los nuevos modelos y los más tradicionales.

8. Desconocimiento de los beneficios y ventajas de la digitalización

Volvemos al pensamiento empresarial de entender la inversión en tecnología como un gasto. Esto no deja de ser un lastre para el avance y el desarrollo del sector turístico. En este sentido, uno de los principales retos es consolidar un mayor conocimiento de las ventajas de la digitalización. Lamentablemente, aún son muchos los pasos que se deben dar para lograr una verdadera transformación digital del sector turístico.

9. Constante redefinición de la cadena de valor

Los consumidores ya no buscan y compran igual que hace unos años. La tecnología ha cambiado la ya conocida experiencia de usuario. Esto también ha afectado al turismo. De hecho, la forma en la que los turistas buscan, planifican y organizan sus viajes también ha cambiado.

Debido a esto, y para no quedarse rezagadas y perder clientes, las empresas turísticas se han tenido que adaptar a este nuevo contexto digital. Ha nacido una nueva cadena de valor, que hace que las compañías se tengan que basar en la tecnología para gestionar sus servicios y operaciones.

10. Deficiencias estructurales en cuanto a infraestructuras TIC en el sector

Según datos del ONTSI y Fundetec, aunque las empresas del sector turístico disponen de buenos índices de disponibilidad y uso de equipamiento informático y del acceso a Internet, existe un elevado desconocimiento de, por ejemplo, el cloud computing, el big data o el business intelligence.

 

La Fundación Orange añade a estas diez barreras, una más: el ritmo y velocidad de este cambio tecnológico. En Aitana queremos ayudar a las empresas del sector turístico que quieran comenzar o afianzar su proceso de trasformación digital a lanzarse a la carrera de la digitalización. Si éste es tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Responderemos a todas las dudas que puedas tener.

 

Las barreras de la transformación digital en el sector turístico

 

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