Antes de empezar la entrevista, en los minutos previos de cortesía, el propio Luis de Bona se sorprende de que la criatura, Aitana, esté a punto de cumplir nada menos que 30 años. «¡Se dice pronto!», dice de la empresa que hoy dirige y que ha pasado por las crisis que tenemos más recientes en la memoria. Aunque asegura que ninguna con las características de ésta.
Echemos la vista atrás ahora que están a punto de cumplir aniversario. ¿Cuáles fueron los orígenes de la compañía y a qué se dedica?
Aitana surgió por parte de una serie de ejecutivos de IBM especializados en temas de hardware. Pero cuando empezaron a bajar los márgenes del hardware, nos dedicamos al software y en concreto el de gestión. Lo implantamos en las empresas y en estos momentos es nuestro núcleo duro. Además lo hacemos de la mano de un proveedor como Microsoft; instalamos tres de sus productos: Microsoft Dynamics Nav, Microsoft Dynamics Ax y Microsoft Dynamics CRM.
¿Cuánto les supone ir de la mano de ellos?
En aquellos tiempos había software a medida, y al final nos dimos cuenta de que es imposible fabricar un buen software, distribuirlo e implantarlo. Lo que nosotros hacemos es ver en qué medida podemos ayudar a empresas medianas como nosotros a ser más eficaces con estas herramientas. Nuestro trabajo es más de consultoría, es decir, entender el proceso de los clientes, sus problemas y ayudarles a solucionarlos. Además de estos productos, trabajamos con otros que complementan determinados procesos, como la gestión de tesorería, que trabajamos con Sage XRT, y otro de business intelligence, es decir, reporte para la dirección, trabajamos junto con Jet Reports. Tenemos también alguna solución concreta en movilidad, en concreto hemos desarrollado unos productos para que la fuerza comercial, con una PDA cualquiera, pueda reportar. Son pequeños nichos pero por donde creemos que hay una evolución en estos momentos. Primero se informatizó la contabilidad, luego las ventas, las compras, el almacén, la producción… esto hoy está razonablemente cubierto.
Un producto que promete más eficiencia debería ser atractivo para cualquier empresa. Las que no lo tienen ¿a qué se debe? ¿Son motivos económicos, de puro desconocimiento?
Las empresas hoy en día tienen bastante claro lo que quieren. Antes nuestra política de marketing consistía en ir a buscar empresas; hoy en cambio son las empresas las que te buscan a ti. Están muy informadas y saben buscar y encontrar lo que necesitan. Hoy te llaman y cuando te vas a presentar te dicen: No me lo cuentes que ya me lo sé. Solucióname este problema.
Ustedes han vivido ya varias crisis económicas. ¿Estamos en la más grave que recuerda? ¿Cómo se sobrelleva?
Hemos pasado bastantes crisis, sí. Hace años hicimos una reestructuración y somos 120 personas. Gracias a eso y a la mejora de nuestros procesos somos de las pocas empresas que podemos decir que estamos razonablemente bien. Nuestra facturación en 2011 fue de unos 12 millones de euros, entre un 3 y un 5 por ciento más que el año anterior. Pero la verdad es que una crisis como ésta de financiación de recursos no ha habido.
¿Cuánto les ayuda la tecnología?
En tiempos se hablaba de la filosofía de cero papeles pero es absolutamente falso, porque todos necesitamos imprimir. Tenemos muy bien solucionado el tema de impresión y escaneo e intentamos que nuestros clientes lo tengan. Trabajamos con HP porque el nivel de calidad de impresión, los costes y el servicio técnico de dispositivos como HP Officejet Pro son muy satisfactorios.
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