Hoy en día, vivimos en un mundo conectado. Esto nos permite realizar miles de acciones sin necesidad de movernos de casa o de la oficina. Esta interacción es beneficiosa, tanto para el cliente como para la empresa.
El ‘User Experience’ o ‘UX’ consigue una experiencia de navegación óptima para el cliente final, guiando sus pasos de forma fluida y colocando los elementos allí donde el usuario espera que estén.
Primero de todo, debemos conocer en qué consiste un B2B, ya que a menudo se ven muchos híbridos entre B2B y B2C, lo cual ya de base es un error. Lógicamente un cliente quiere tenerlo todo unificado, pero mezclar dos nichos totalmente distintos, puede llevar a confusión al usuario.
B2B vs B2C
El B2B es un Business to Business, o lo que es lo mismo, una empresa que vende a empresas, comúnmente llamado ‘Venta al por mayor’. El tráfico que llega a este tipo de portales es bastante reducido, de comerciales en su gran parte, por lo que deben tener todo detallado, bien especificado y con no más de 2 clicks de añadir al carrito. Necesitan una forma rápida de comprar y de encontrar los productos, ya que en muchas ocasiones su lista puede ser enorme, y no tienen tiempo de estar navegando entre liosas secciones.
El B2C por el contrario, está enfocado al usuario final. Requiere de más secciones, menos datos técnicos y más fotografías, descripciones, IA y áreas. En esta clase de e-Commerce, se busca que el cliente pase mucho tiempo, ya que cuanto más tiempo pase, más posibilidades hay de que compre uno o varios productos.
Es ahí donde entra la diferencia de nichos y el por qué NO debe mezclarse un B2B con un B2C. Son conceptos distintos que, si se mezclan, pueden confundir a los usuarios y repercutir de forma negativa en el número de ventas.
Experiencia de usuario y B2B
El trabajo de un ‘UX Designer’ consiste en escuchar a su cliente y velar por sus intereses, pero con unas pautas y directrices claras. Por supuesto, que el cliente querrá hacer de su B2B un portal ‘All in One’, pero es nuestro trabajo advertir al cliente de los riesgos que supone mezclar varios tipos de usuario.
En cuanto a diseño, un aspecto limpio, claro y directo, es la mejor forma de abordar un proyecto B2B. Siempre respetando la imagen corporativa del cliente y dándole un enfoque profesional y serio.
Al igual que con el ‘Feng Shui’, todos los elementos de un portal web deben tener su disposición. En este sentido, si algo no aporta valor funcional o visual, por mucho que nos disguste, no tiene cabida dentro de este. Un portal B2B debe ser rápido, directo y conciso, sin llegar a ser soso y aburrido, ya que no hay nada más tedioso que tener que realizar un pedido de 200 productos, y sentir que no conectamos con lo que estamos haciendo.
Cada paso que realicemos en una tienda, debe ser una experiencia agradable, sin fallos, y sin sensación de pérdida de tiempo. El conocimiento es poder, pero ese conocimiento no sirve de nada si no sabemos llevar esto a la práctica, ya que lo más complicado de un ‘UX Designer’ es hacer que todas estas palabras cobren sentido.
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