La ciberseguridad es un tema que cada vez preocupa más a las empresas, especialmente en un mundo más y más digitalizado en el que la información y los datos son fundamentales para el éxito de cualquier negocio. Por ello, resulta imprescindible contar con medidas preventivas y de respuesta ante posibles ciberataques que puedan poner en riesgo la seguridad y la continuidad del negocio.
En este contexto, el ebook publicado por INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) «Ciberamenazas contra entornos empresariales, una guía de aproximación para el empresario» tiene como propósito dar a conocer las principales amenazas y riesgos en materia de ciberseguridad, así como las formas de protegerse contra ellas. La guía aborda una variedad de ciberamenazas que pueden impactar a una organización, y ofrece soluciones y herramientas para prevenir o, en su caso, responder de manera efectiva a estas amenazas.
Algunas de las ciberamenazas que se contemplan son: ataques de tipo pishing, sextorsión, ataques contra la página web corporativa, ransomware, campañas de correos electrónicos con malware, ataques de adware, fugas de información, entre otras.
¿Qué es una fuga de información?
Una fuga de información es un incidente en el que la información confidencial de una empresa se revela o se comparte de manera no autorizada. Esto puede incluir información personal, financiera, médica, comercial o cualquier otro tipo de información que deba mantenerse oculta.
Una fuga de información puede ocurrir debido a una variedad de razones, como un error humano, una vulnerabilidad en el sistema de seguridad, un ataque cibernético o el acceso no autorizado a la información.
Puede tener graves consecuencias para una empresa o individuo, incluyendo el robo de identidad, la pérdida de confianza de los clientes, el daño a la reputación y posibles repercusiones legales.
¿De qué manera puede producirse una fuga de información?
Errores humanos
Una fuga de información puede ocurrir debido a errores cometidos por los empleados. Enviar un correo electrónico a la persona equivocada, perder un dispositivo que contiene información confidencial o no seguir correctamente los protocolos de seguridad establecidos.
Ataques cibernéticos
También se puede sufrir una fuga de información a través de un ciberataque. Los ciberdelincuentes pueden utilizar diversas técnicas para acceder a los sistemas informáticos de la empresa y robar información confidencial. Algunas de estas técnicas pueden ser malware, phishing o ingeniería social.
Existen diversas formas en que la información de una empresa puede ser extraída, siendo algunas de las más frecuentes:
- Correo electrónico: El correo electrónico es uno de los medios de comunicación más comunes en el mundo empresarial, y también representa un objetivo perfecto para sufrir un ciberataque de este tipo. Desde ataques dirigidos basados en ingeniería social hasta fugas de información involuntaria causadas por el uso incorrecto de la función de autocompletar destinatarios o la falta de utilización de la opción CCO.
- Redes inalámbricas no confiables: Los ciberdelincuentes a menudo usan las redes inalámbricas públicas, dado que no poseen unas medidas de seguridad alta.
- Aplicaciones: Las aplicaciones colaborativas deben contar con medidas de seguridad sólidas para evitar la exposición de información confidencial. Para las empresas es fundamental tener una barrera de entrada robusta, como autenticación de doble factor o requisitos de contraseñas seguras. Sin estas medidas, estas aplicaciones pueden ser vulnerables a ataques cibernéticos y poner en riesgo la privacidad y seguridad de los usuarios.
Acceso no autorizado
Los individuos pueden acceder a información confidencial sin permiso utilizando diversas técnicas, como la suplantación de identidad, el uso de credenciales robadas o la explotación de vulnerabilidades en el sistema de seguridad. La utilización de nombres de usuario y contraseñas débiles o predeterminados en los sistemas representa un grave riesgo de seguridad. Del mismo modo, las credenciales predeterminadas suelen estar disponibles en los manuales publicados en Internet por los desarrolladores, lo que las convierte en un objetivo fácil para los atacantes.
Robo o pérdida de dispositivos
La pérdida o robo de dispositivos que contienen información confidencial, como ordenadores portátiles, smartphones, tablets, discos duros externos o memorias USB, pueden ser el origen de una fuga de información. Es importante que la información almacenada en ellos esté cifrada con un algoritmo y tengan una contraseña robusta.
Es fundamental que la empresa tome medidas preventivas y sepa cómo responder adecuadamente en caso de una fuga de información.
¿Qué hacer si sufro una fuga de información?
Si bien es importante tomar medidas preventivas para evitar que ocurran estos incidentes, a veces incluso las empresas más seguras pueden experimentar una fuga de información. Es fundamental que la empresa sepa cómo responder de manera efectiva y rápida en caso de que se produzca una fuga de información.
Si te encuentras en esta situación, debes seguir los siguientes pasos:
1. Identificar la fuente de la fuga de información
Es importante saber dónde se originó la fuga de información para tomar medidas específicas y evitar futuras filtraciones.
2. Alertar del incidente a nivel interno
Además, se debe informar a los empleados de la empresa que está sufriendo una fuga de información.
3. Tomar medidas para detener la fuga de información
Si es posible, hay que cortar el acceso a la información que está siendo filtrada y cambiar las contraseñas y los permisos.
4. Reunión del gabinete de crisis y evaluación el alcance de la fuga de información
El siguiente paso a seguir es reunir al gabinete de crisis de la empresa para trazar un plan de mitigación. A continuación, habría que determinar qué tipo de información ha sido filtrada y cuánta información ha sido comprometida.
5. Notificar a las autoridades competentes
Si la fuga de información incluye datos personales o financieros, es obligatorio notificar a las autoridades competentes, como la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y las fuerzas de seguridad del estado.
6. Notificar a los clientes y partes interesadas
Si, además, la fuga de información afecta a los clientes o partes interesadas, es importante notificarles y explicarles las medidas que se están tomando para remediar la situación.
7. Llevar a cabo el plan trazado por el gabinete de crisis
Tras establecer un plan con el gabinete de crisis se debe llevar a cabo dicho plan
8. Revisar y actualizar las medidas de seguridad actuales
Una vez mitigada la situación, es recomendable revisar las medidas de seguridad actuales y actualizar la estrategia de seguridad para evitar futuras filtraciones de información.
9. Buscar asesoramiento profesional
Por último, sería conveniente contratar a un experto en ciberseguridad para evaluar su seguridad actual e implementar medidas de seguridad más efectivas.
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