La transformación digital es una pieza clave para asegurar el futuro de las empresas. Las compañías lo tienen cada vez más claro: el 67% de los líderes de empresas reconocía, según una estadística de Gartner, que si no mejoraban su digitalización durante 2019 se arriesgarían a dejar de ser competitivos en 2020. A pesar de ello, no todos los procesos de digitalización cumplen con las expectativas. De la inversión que las empresas realizaron en transformación digital en todo el mundo en 2018, por ejemplo, el 70% fue destinado a programas que fracasaron.
Por ello, es muy importante tener un buen líder que impulse la transformación digital de la compañía, pero también evitar caer en ciertos errores críticos. La actitud del CEO ante la transformación digital es muy importante: debe ser el líder claro en este proceso y quien marque el tono en los procesos para el resto de la compañía. También es quien debe evitar que la empresa caiga en ciertos errores de bulto que pueden lastrar la transformación digital.
Dejarse paralizar por el miedo a lo nuevo y a los riesgos
La revolución tecnológica nos está obligando a movernos en un mercado en el que las cosas cambian muy rápido, obligando a tomar decisiones a una velocidad acelerada. Para algunos CEOs, la reacción instintiva es dejarse llevar por el pánico al cambio, el miedo a lo nuevo y el temor a escoger la vía equivocada. Como recuerdan en un análisis de McKinsey, asumir estos riesgos no implica necesariamente poner en peligro a la empresa, si se hacen las cosas bien. Uno de sus estudios, por ejemplo, apuntaba que las compañías que lograban mejores resultados eran aquellas que contaban con estrategias más disruptivas.
De hecho, las empresas deben asumir que, en la era digital, en la que los cambios son tantos y tan acelerados, no queda más remedio que aceptar que el riesgo se ha convertido en parte de la cultura corporativa. Como señalaban en un estudio de Deloitte, «tomar riesgos se ha convertido en la norma cultural». En cierto modo se puede ver el grado de madurez en transformación digital de las compañías por su capacidad para asumirlos y para responder a la presión que generan.
No contar con una estrategia clara para la transformación digital de la empresa
Un estudio del MIT Sloan Management Review y Deloitte apuntaba, ya en 2015, que el éxito de la transformación digital de la empresa estaba muy ligada a la existencia de una estrategia digital clara y de una cultura ‘tech’ en la compañía. La estrategia tiene que marcar de un modo claro cuáles son los objetivos por alcanzar y el alcance de transformación que se seguirá para lograrlo.
Esto también demuestra la importancia de contar con un buen partner en la transformación digital, como es el caso de Aitana, ya que ayudará a las empresas a saber qué necesitan y qué deben hacer en este proceso.
No haber desarrollado una cultura de cambio dentro de la empresa
Para que la transformación digital funcione, la compañía debe estar en una posición receptiva para esos nuevos procesos. Nada cambiará si los trabajadores se empeñan en seguir haciendo lo mismo de siempre, si no se cree en el poder del cambio o si el CEO no entiende qué supone realmente para su compañía la transformación digital. Para ello, se necesita crear una cultura de cambio dentro de la empresa.
Uno de los últimos estudios de Gartner sobre transformación digital señalaba que el 80% de las empresas de medio y gran tamaño prevén haber cambiado su cultura antes de 2021. Con ello esperan que sus procesos de transformación digital sean más rápidos y que el cambio se acelere.