¿Qué valorar a la hora de implantar un ERP?
Una empresa será tan eficiente como lo sean sus procesos (recepción de pedidos, logística, finanzas, etc.), por lo que debemos trabajar en su mejora. ¿Cómo nos puede ayudar en ello un ERP? Un ERP nos aportará una forma estándar de gestionar todos los procesos, evitándonos así el tener que inventar la rueda.
¿Qué planteamientos debemos hacernos frente a la implantación de un ERP?
- No pensemos que nuestra empresa es “diferente”: diferente será nuestro producto o servicio, nuestra estrategia comercial, etc., pero comprar, almacenar, producir y vender son procesos muy similares en todas las empresas de todo el mundo.
- Huyamos de personalizaciones salvo que en algún proceso hagamos algo muy especial, algo que nos diferencie de la competencia, y aun así deben ser muy pocas. Si son muchas quiere decir que ese ERP no es el adecuado para nosotros. Muchas adaptaciones significan costes, tiempo para rentabilizar la inversión, riesgos de calidad, dificultad en la capacidad para evolucionar y en los cambios de versión.
- ¿Informes a medida? el pedido, la factura y poco más.
- ¿Información para la toma de decisiones? El ERP debe disponer de cubos OLAP en cada área y debemos poder explotar por nosotros mismos la información con tablas dinámicas. Cada vez más la información que necesitamos varía por momentos, razón por la que si para cada necesidad nos tienen que desarrollar un informe que vamos a utilizar una o dos veces, nos va a salir carísimo, sin sentido.
¿Y podemos plantearnos esto con cualquier ERP? No. El ERP que valoremos como opción debe cumplir con una serie de premisas:
- Debe estar muy extendido, incluso internacionalmente. Con ello aseguramos calidad y evolución garantizada
- Un punto esencial en mi planteamiento es ajustarnos a cómo trata los procesos. Un ERP que esté implantado internacionalmente dispondrá de una forma de gestionar los procesos suficientemente estandarizada y flexible.
Evolución garantizad, ¿qué significa? Que detrás hay un fabricante que invierte en evolucionar la tecnología (aquello que nos permite mejorar la productividad), que invierte en mejorar la forma de tratar los procesos, y que nos garantiza poder evolucionar sin cambiar de ERP, sólo cambiando de versiones. Esto es muy importante pues el mayor coste en el cambio de un ERP es el esfuerzo de los empleados de la empresa que hace el cambio.
¿Y cualquiera nos vale como partner para implantarnos el ERP? Tampoco. Debemos encontrar alguien que:
- Sepa analizarnos y entender nuestro proceso de negocio
- Sepa encontrar nuestros problemas y ofrecernos una solución adecuada a cada uno de ellos
- Que domine el ERP y haga de “intérprete” entre nuestros procesos y los del ERP
- Que nos asegure un soporte posterior: veamos cómo lo han hecho en otras empresas.