¿Qué pasará si tengo Windows XP sin soporte?
Como ya se anunció a principios de año, el 8 de abril de 2014 finaliza el soporte para Windows XP, que cumplirá entonces 12 años en el mercado. Después de esa fecha, no habrá más actualizaciones de seguridad, ni parches para errores no ligados a la seguridad, ni opciones de soporte –ni gratuitas ni de pago-, ni actualizaciones de contenido técnico en la web de Microsoft.
¿Qué podemos hacer a partir del 8 de abril de 2014 si tenemos Windows XP? Tenemos 3 opciones:
- Actualizar el sistema operativo a alguno de los más nuevos, como Windows 7, Windows 8 o el recién estrenado Windows 8.1
- Contratar un acuerdo especial de soporte con Microsoft, Microsoft Premier Support, con un coste muy superior al de soporte estándar que, además, se incrementa anualmente debido a los crecientes costos de mantenimiento de ese servicio.
- No hacer nada y seguir utilizando Windows XP sin soporte.
¿Qué pasa si sigo con Windows XP a partir del 8 de abril de 2014 sin soporte? Es una opción arriesgada porque a partir de esa fecha los usuarios no tendrán ningún tipo de soporte por parte de Microsoft (a menos que contratemos el acuerdo especial). Dejaremos de recibir actualizaciones de seguridad, hotfixes que no sean de seguridad, opciones de soporte asistido gratuito o pagado y actualizaciones de contenido técnico en línea. Esto significa que las vulnerabilidades nuevas que se detecten en Windows XP después de su “fin de vida” no serán resueltas por nuevas actualizaciones de seguridad de Microsoft.
Como consecuencia de ello, el sistema se volverá vulnerable y será mucho más difícil poder actualizar otros programas de software.
Visto esto, lo más aconsejable es migrar de Windows XP a otras versiones más modernas del sistema operativo de Microsoft, ya que la seguridad en la empresa es un requisito al que no podemos renunciar bajo ninguna circunstancia. El problema es que, según qué equipos tengamos, para modernizar nuestra sistema operativo quizás tenemos que cambiar el hardware, una inversión que puede ser importante. Si los equipos de nuestra empresa son viejos y tienen poco más de 256 o 512 MB de memoria, no será viable instalar las últimas versiones de Windows.