En la mayoría de casos una solución en la nube no puede satisfacer íntegramente el 100% de las necesidades de una empresa es por esto que el uso de la nube se plantea en muchos casos como una nube híbrida.
La nube híbrida nos permite tener en nuestro propio centro de datos cierta información que generalmente suele ser de gran importancia.
Una de las principales ventajas de la nube híbrida es la disposición de las copias de seguridad que permiten continuar los procesos de negocio de forma normal sin tener que paralizar acciones.
La ventaja más importante, es que las nubes híbridas ofrecen a los administradores de TI decidir qué datos y aplicaciones de la nube privada interna deben trasladarse a la nube pública.
La nube híbrida se constituye como un paso intermedio de menos riesgo que se usa para alojar información antes de ser trasladada a la nube privada o antes de que ciertos proyectos se terminen de consolidar y es necesaria para garantizar la seguridad del negocio.
Se piensa que a mediano plazo será una tendencia cada vez más utilizada por las empresas que apuestan por tecnología y productividad (se estima que la mitad de las grandes empresas tendrán nubes híbridas a finales de 2017).
Los países con panoramas de TI más evolucionados son menos reacios al riesgo y, por lo tanto, la adopción por parte de ellos ha sido más alta en tanto que los mercados emergentes se muestran más precavidos mientras exploran el impacto de la nube en sus negocios actuales y futuros.
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