El Internet de las cosas (Idc) es un término usado para el creciente número de objetos inteligentes conectados. Idc consiste en cosas físicas (por ejemplo, sensores y dispositivos) con la capacidad de recopilar y compartir datos. Los tres componentes distintivos del Internet de las cosas son productos físicos, software y elementos de comunicación. Según previsiones, se prevé que en el año 2020 habrá más de 30 billones de dispositivos inteligentes conectados.
Los retailers ya están utilizando el Internet de las cosas de diferentes maneras. Algunas de ellas ya están disponibles y se utilizan normalmente, y otras, en cambio, aún están en modo borrador, por decirlo de alguna manera.
Identificación por radiofrecuencia (RFID)
Para los retailers, la RFID es probablemente la aplicación más conocida para Idc. Esta radiofrecuencia permite al minorista tener un mejor control sobre el inventario de punta a punta de la tienda. Otro aspecto de la RFID es la integración con el terminal de punto de venta (TPV), así como los artículos que no tienen que ser escaneados de forma tradicional y el TPV que identifica los artículos que el cliente ha comprado. El cliente podría, incluso, cargar los artículos a su tarjeta de crédito o cuenta usando el Smartphone, otro dispositivo que puede estar 100% conectado, antes de salir de la tienda sin tener que pasar por caja en ningún momento. El RFID, sin embargo, es todavía demasiado costosa para la mayoría de los minoristas, de modo que, de momento, su uso está limitado solo para algunos productos.
Dentro de la tienda, existen otros ejemplos de dispositivos inteligentes y conectados como sistemas de señalización digital y las etiquetas colocadas en los estantes. Estos dispositivos se pueden conectar fácilmente con el software del TPV (punto de venta) y así se reduce el coste material y ambiental de las etiquetas tradicionales de papel, por ejemplo. Esto también permite tener una estrategia de marketing más flexible, a la hora de cambiar precios, tener promociones con más frecuencia que con los métodos tradicionales . Mi Smartphone tiene una app que te indica el tiempo actual y la previsión meteorológica de mi ubicación. Esta información se puede vincular con el software de la TPV y los sistemas de señalización digital, de esta manera un minorista puede implantar promociones basadas en la información del tiempo, y mostrarlo en pantallas digitales o incluso notificacarlo mediante el smartphone a los clientes potenciales que se encuentren por el barrio.
Experiencia inmejorable al pedir una pizza
El Smartphone ya se puede conectar a otros dispositivos inteligentes. Desde él puedo conectar decenas de sensores, que a su vez están conectados a Internet y, por ejemplo, en mi compañía de autobuses local saber y mostrar en qué ubicación exacta se encuentra cada autobús. Y cuando pides una pizza (usando este tipo de aplicaciones) a través del Smartphone, me puede ir informando de cuando entra en el horno y cuando puedo pasar a recogerla. Es por ello que los minoristas ya pueden utilizar Idc para proporcionar una experiencia más fluida y controlada, incluso para algo tan sencilla como es pedir una pizza.
Experiencia de compras
El Idc puede cambiar drásticamente la experiencia de compra en las tiendas físicas. Ejemplos ya reales, incluyen máquinas expendedoras “inteligentes y conectadas” y neveras parlantes que se encargan de hacer la venta y el cobro. Los clientes prefieren tener una gran cantidad de información detallada cuando hacen una compra en una tienda física, igual que la tienen cuando compran online.
Un usuario que compra en Amazon espera ofertas personalizadas y sugerencias, por eso, quiere un trato similar cuando busca el mismo producto en una librería física, por ejemplo. El Idc puede ayudar mediante la conexión de la tienda al Smartphone del cliente, mostrando las promociones a medida, basadas en las preferencias de los clientes e indicando donde se pueden encontrar. Y cuantos más dispositivos se conecten, más promociones podrá encontrar, sugerencias basadas en sus gustos, información de precios…
El Internet de las cosas ya está aquí, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Cada vez hay más dispositivos conectados, permitiendo así accesos automatizados y ofertas más personalizadas. La comunicación entre estos dispositivos está estandarizada, de modo que se hace de un modo simple, permitiendo que más dispositivos estén conectados al sistema central. Aun así, no es menos importante tener en cuenta la necesidad dependiente que cada vez tienen más clientes cuando reclaman tener acceso a la información estén donde estén y de forma inmediata. De esta manera, se interiorizan experiencias de compra sin fisuras como algo normal. Puede que pase tiempo hasta que identificación por radiofrecuencia se haga conocida, pero el Internet de las cosas ya está aquí y en diferentes formas.
Escrito por Stefan Georgsson, senior consultant para LS Retail blog. Adaptado y traducido por Alexandra Castro