Nunca el mercado ha tenido tantas herramientas en su mano. Eso es cierto para el vendedor y también para el comprador. Es indudable que todo está cambiando, y una de las cosas más importantes es el comportamiento del consumidor. Cuando hablamos del sector del Retail, esto es esencial y quién no lo tiene en cuenta está abocado al fracaso.
Hoy en día, un alto porcentaje de quién va a comprar, sabe lo que quiere antes de entrar a la tienda y cuando llega, sabe incluso el precio del producto en cuestión. Es importante disponer de un establecimiento atractivo, como no, pero no lo es menos estar presentes en los 360º del arco comunicativo, y eso no es sencillo.
Desde mi punto de vista, aunque sigue y seguirá existiendo la compra compulsiva, se va afianzando un comprador super-informado, que antes de su decisión en muchos casos ha investigado a través de internet y las redes sociales, habrá buscado opiniones, contrastado precios, y una vez decidido, lo veremos entrar a comprar.
Cuando el consumidor llega, deberemos entender lo que quiere, evitarle incomodidades y tiempo de espera y facilitarle aquella información que le ayude a acabar de tomar su decisión. Sin duda, la llegada de un cliente es una excelente oportunidad para desplegar a su vez estrategias de fidelización, pues probablemente ese sea el momento en que lo tendrás más “a mano”.
Cada vez somos más exigentes. No aceptamos las colas para pagar, queremos tener el producto “ya” al mejor precio posible, en la mano y disponible. Muchos sectores van a evolucionar hacia sistemas de atención al cliente apoyados en terminales móviles, dejando los terminales de punto de venta en sistemas limitados a operaciones de efectivo. En su mano, el dependiente verá el historial de compras del cliente que tiene delante, los puntos acumulados, el plan de fidelización (si se tiene), las ofertas disponibles, promociones, etc… así como podrá chequear el stock en todas las tiendas de la cadena por si su cliente quiere algo no disponible en la suya.
No me extenderé en más detalles, pero es evidente que el mundo está cambiando. Ahora no basta con tener una bonita tienda en un lugar céntrico. Necesitamos atraer a los clientes a la tienda (los que no pasan por delante), estar presentes en las redes sociales, internet, detectar intereses, hacer campañas específicas a personas que muestran en redes su interés por nuestros productos y cuando llegan a la tienda, ofrecerles una experiencia única y “atarles” mediante un eficiente sistema de fidelización.
Todo eso existe, y nosotros ofrecemos esto, y mucho más, a través de LS Retail. Más de 40.000 establecimientos en todo el mundo ya lo tienen.
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